Este local único nace del entusiasmo por los quesos, una estancia en Francia despertó la pasión por los quesos y los vinos franceseses, hasta el punto de llegar a crear este espacio tan especial.
La Lechera de Burdeos llama la atención desde la calle, ya que todo esta cuidado al mínimo detalle, la decoración rústica y cálida a la vez hace que cuando pases por la puerta algo te incite a entrar.
Al adentrarte en el local, si eres amante de los quesos como yo, que podría degustarlos a cualquier hora y en cualquier momento, tus sentidos empiezan a descubrir sensaciones desconocidas y únicas. Para empezar la vista, todo esta tan bien presentado que dan ganas de coger todas las variedades y llevártelas a casa. El olfato, de repente gracias a la diversidad de olores que te envuelven se te hace la boca agua, la tripa empieza a rugir ,una especie de gusanillo recorre el estómago, acaba con todas las reservas y sientes una sensación de hambre que solo es posible saciar en ese momento, ahí es cuando caes en la tentación y compras ¡alguna variedad!
El queso es un alimento muy recurrido ya que sirve como aperitivo, entrante, guarnición, plato único e incluso postre. Las variedades que se pueden encontrar son infinitas, desde camembert, brie, manchego, Emmenthal... junto a una amplia selección de vinos y productos ecológicos.
Un trozo de queso como tentempié ayuda a seguir el día con energía, y si lo acompañas de una copita de vino se convertirá en un manjar.
Y si quieres, también puedes apuntarte a uno de los cursos que realizan los jueves, este jueves hay un taller degustación que tiene muy buena pinta.
1 comentario:
me gusta la tienda!!!
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