El sábado 15 a las 17.00 horas comenzaba la pasarela de los alumnos de primer y segundo curso de Diseño de Moda en Ciudad Universitaria. La muestra se llevó a cabo en una pasarela temporal que se creó en el hall de la facultad de Arquitectura exclusivamente para la ocasión.
El escenario estaba muy bien recreado, una alfombra gris rodeada de grandes focos dominaba el hall, como en los pases de los grandes diseñadores, además los nervios flotaban en el ambiente debido al gran interés que habían puesto los alumnos en este desfile, pues llevaban meses preparando sus modelos.
La jornada comenzó con el desfile de primer curso, de carácter más experimental y libre que el de segundo, “todavía no han empezado la formación en patronaje, porque se empieza a enseñar en segundo curso, pero se pueden ver trabajos de bastante calidad tanto en la confección como en la técnica en las prendas”, comentaban alumnos de segundo curso. Muestra de sus conocimientos son el vestido color maquillaje que introduce elementos horizontales en su patronaje, y la influencia de la corsetería en varias prendas.
Hay que destacar la presencia de faldas a la cintura y grandes volúmenes en caderas y hombros. También el uso del pantalón en varias ocasiones y materiales bastante alternativos, como el traje de chaqueta de film alveolar, el mono de algodón azul cobalto, etc. Predominan el negro junto a la paleta de colores y destaca la contraposición que se da en casi todos los diseños, como se puede observar en el mono de encaje con alas, el pantalón de gasa con el cuerpo de metal, etc.
Los alumnos de primero sólo podían mostrar un diseño, mientras que los de segundo llevaban mini-colecciones de 3 looks que tenían como tema central Tokio desde distintos enfoques, alejándose de los tópicos de la cultura japonesa. Visionando estos pases se observa la evolución que procesan los alumnos de un curso para otro.
En las mini-colecciones los alumnos daban su peculiar visión sobre la cultura japonesa a través de la arquitectura, la mafia, la noche tokiota, el cine Kaiju-eiga, el diseño orgánico o las tribus urbanas, explotando el concepto de la ciudad de Tokio. Los modelos lucían faldas con volúmenes al estilo New Look, pantalones futuristas, cuellos chimeneas cubriendo casi todo el rostro, grandes capuchas, y faldas que se convertían en chaquetas. Predominan los colores neutros, el rojo y el negro, y tejidos como el tul, la tela asfáltica o la lana mezclada con el cuero, incluyendo alguna tela de flores, típica del quimono.
El Tokio que nos ha presentado el CSDMM ha superado las expectativas de un público que inicialmente esperaba ver una colección de geishas de diferentes tamaños. Los alumnos prometen superarse de cara al año que viene y esperan de nuevo una gran afluencia de público.